De siempre se ha dicho, porque numerosos estudios lo demuestran y demás, que cuanto antes empezamos a aprender una lengua, diferente a la materna se entiende, pues mucho mejor. Si esto es cierto, que lo es, entonces no tiene sentido que aquí en la Comunidad Valenciana queramos empezar la casa por el tejado en lo referente al aprendizaje del inglés.
Estaréis pensando "¿pero esta mujer qué dice?, si aquí ya llevamos unos años empezando a aprender inglés en primero de infantil". Ya, pero ¿a qué precio? ¿Al de tener que escuchar como se defiende esa teoría de que con el B2 conseguido de cualquier manera es suficiente? ¿Al de que los oídos chirríen cada vez que escuchan el típico argumento: "total en infantil es enseñar los colores y los números"?
Precisamente si hablamos de lenguas, las edades más tempranas son la base. Vale que hasta los 6 años la enseñanza no es obligatoria, pero ya que la mayoría de niños en nuestra comunidad acuden a los centros escolares entre los 3 y los 6 años para luego continuar la primaria, y que en nuestro país no tenemos la costumbre de ver las películas y los dibujos en versión original, pues aprovechemos eso de que se empieza a dar inglés en tres años y hagámoslo como toca: no enseñando números y colores.
Aprender una lengua no es aprender listas y listas de palabras, ya lo dije en otro post. APRENDER UNA LENGUA ES VIVIR EN ESA LENGUA. VIVIR LA LENGUA. Los alumnos de infantil aprenden, o deberían aprender, jugando. Pues juguemos con ellos EN INGLÉS: a puzzles, a bloques, a cartas, a juegos de memoria, a dominós, al parchís, al bingo, a construir castillos, a modelar con plastilina, a hacer carreras de coches, al corro de la patata, a pillar, a clasificar animales por familias y especies, a pintar cosas bonitas para decorar, a cantar con coreografías, a la zapatilla por detrás, a la búsqueda del tesoro, a inventar personajes y representarlos... En todos estos juegos no estaremos dando una lista concreta de palabras que haremos repetir mientras pasamos flashcard tras flashcard. No. Y estaremos cansándonos mucho más que si nos limitamos a hincharlos a tarjetas, vídeos y fichas. Pero estaremos educando sus oídos y haciendo que se familiaricen tanto con los sonidos de esta nueva lengua que, cuando vayan a usarla, habrán interiorizado de manera natural su fonética, tan diferente a la nuestra. No estaremos obligándolos a memorizar 25 nombres de animales porque los estarán aprendiendo de manera natural, por la motivación implícita en el juego, porque estaremos haciéndoles vivir la lengua inglesa como la viven los niños hablantes de la misma.
Aprendemos nuestra lengua en cada contexto en el que vivimos desde que nacemos, con cada situación en la que estamos envueltos y con cada persona con la que interactuamos. Nuestros alumnos no pueden vivir la lengua inglesa desde que nacen y de esa manera tan natural y real. Así que es nuestro cometido convertir nuestras clases en escenarios reales. Pero de verdad, no de teoría de temario de oposiciones. Tirémonos al suelo con ellos, pringuémonos de tierra o pintura las manos, hagamos plastilina... Y todo mientras hablamos en inglés, cantamos en inglés, les pedimos respuestas en inglés, nos reímos en inglés y VIVIMOS EN INGLES CON ELLOS.
La enseñanza de un idioma en las primeras edades no puede basarse en enseñar los colores y los números como si fueran papagallos, porque hablamos de la base del aprendizaje. Así que seamos responsables y sinceros con nosotros mismos, y pensemos si estamos haciendo lo adecuado cuando nos conformamos con que sean capaces de repetir muchas palabras sin sentido. Analicemos si cuando están expuestos a un ambiente en el que se usa la lengua que están aprendiendo se sienten cómodos porque entienden y reconocen el idioma, o por el contrario, ni se inmutan. Muchos padres se angustian cuando sus hijos de 3, 4 e incluso 5 años no les "hablan" inglés, y sin embargo duermen más tranquilos cuando se saben todos los colores, porque "mira cuánto inglés sabe mi niño". Que a estas edades no hablen en inglés es tan normal como que no hablen valenciano si en su casa no lo habla nadie. A estas edades lo que interesa es que interioricen la lengua de la manera más natural y completa. Y si de verdad la aprenden así, estarán listos para hablarla cuando lo necesiten, que es de lo que se trata.
Noni Medina. English Teacher.