jueves, 31 de marzo de 2016

El secreto está en la base, no en los colores.

De siempre se ha dicho, porque numerosos estudios lo demuestran y demás, que cuanto antes empezamos a aprender una lengua, diferente a la materna se entiende, pues mucho mejor. Si esto es cierto, que lo es, entonces no tiene sentido que aquí en la Comunidad Valenciana queramos empezar la casa por el tejado en lo referente al aprendizaje del inglés.
Estaréis pensando "¿pero esta mujer qué dice?, si aquí ya llevamos unos años empezando a aprender inglés en primero de infantil". Ya, pero ¿a qué precio? ¿Al de tener que escuchar como se defiende esa teoría de que con el B2 conseguido de cualquier manera es suficiente? ¿Al de que los oídos chirríen cada vez que escuchan el típico argumento: "total en infantil es enseñar los colores y los números"?
Precisamente si hablamos de lenguas, las edades más tempranas son la base. Vale que hasta los 6 años la enseñanza no es obligatoria, pero ya que la mayoría de niños en nuestra comunidad acuden a los centros escolares entre los 3 y los 6 años para luego continuar la primaria, y que en nuestro país no tenemos la costumbre de ver las películas y los dibujos en versión original, pues aprovechemos eso de que se empieza a dar inglés en tres años y hagámoslo como toca: no enseñando números y colores.
Aprender una lengua no es aprender listas y listas de palabras, ya lo dije en otro post. APRENDER UNA LENGUA ES VIVIR EN ESA LENGUA. VIVIR LA LENGUA. Los alumnos de infantil aprenden, o deberían aprender, jugando. Pues juguemos con ellos EN INGLÉS: a puzzles, a bloques, a cartas, a juegos de memoria, a dominós, al parchís, al bingo, a construir castillos, a modelar con plastilina, a hacer carreras de coches, al corro de la patata, a pillar, a clasificar animales por familias y especies, a pintar cosas bonitas para decorar, a cantar con coreografías, a la zapatilla por detrás, a la búsqueda del tesoro, a inventar personajes y representarlos... En todos estos juegos no estaremos dando una lista concreta de palabras que haremos repetir mientras pasamos flashcard tras flashcard. No. Y estaremos cansándonos mucho más que si nos limitamos a hincharlos a tarjetas, vídeos y fichas. Pero estaremos educando sus oídos y haciendo que se familiaricen tanto con los sonidos de esta nueva lengua que, cuando vayan a usarla, habrán interiorizado de manera natural su fonética, tan diferente a la nuestra. No estaremos obligándolos a memorizar 25 nombres de animales porque los estarán aprendiendo de manera natural, por la motivación implícita en el juego, porque estaremos haciéndoles vivir la lengua inglesa como la viven los niños hablantes de la misma.
Aprendemos nuestra lengua en cada contexto en el que vivimos desde que nacemos, con cada situación en la que estamos envueltos y con cada persona con la que interactuamos. Nuestros alumnos no pueden vivir la lengua inglesa desde que nacen y de esa manera tan natural y real. Así que es nuestro cometido convertir nuestras clases en escenarios reales. Pero de verdad, no de teoría de temario de oposiciones. Tirémonos al suelo con ellos, pringuémonos de tierra o pintura las manos, hagamos plastilina... Y todo mientras hablamos en inglés, cantamos en inglés, les pedimos respuestas en inglés, nos reímos en inglés y VIVIMOS EN INGLES CON ELLOS.

La enseñanza de un idioma en las primeras edades no puede basarse en enseñar los colores y los números como si fueran papagallos, porque hablamos de la base del aprendizaje. Así que seamos responsables y sinceros con nosotros mismos, y pensemos si estamos haciendo lo adecuado cuando nos conformamos con que sean capaces de repetir muchas palabras sin sentido. Analicemos si cuando están expuestos a un ambiente en el que se usa la lengua que están aprendiendo se sienten cómodos porque entienden y reconocen el idioma, o por el contrario, ni se inmutan. Muchos padres se angustian cuando sus hijos de 3, 4 e incluso 5 años no les "hablan" inglés, y sin embargo duermen más tranquilos cuando se saben todos los colores, porque "mira cuánto inglés sabe mi niño". Que a estas edades no hablen en inglés es tan normal como que no hablen valenciano si en su casa no lo habla nadie. A estas edades lo que interesa es que interioricen la lengua de la manera más natural y completa. Y si de verdad la aprenden así, estarán listos para hablarla cuando lo necesiten, que es de lo que se trata.

Noni Medina. English Teacher.

domingo, 27 de marzo de 2016

Gardening time!

¿Tenéis huerto en el cole?
¿Y tenéis programada alguna unidad sobre plantas, o frutas y verduras, o el campo? ¿Y qué tal unir todo eso en un proyecto en el que aprendan de verdad de qué va eso de cultivar?
Ah, ¿que no tenéis huerto? ¿Que no pensabais trabajar nada relativo al campo o las frutas? No importa. La naturaleza es mágica para que nuestros alumnos aprendan sin darse cuenta cualquier contenido que tuviéramos pensado. De todas formas, si nos salimos un poquito de nuestra rutina programada y salimos a dar las clases al sol, ahora que parece que el buen tiempo viene para quedarse, no nos hace falta un huerto, ni tan siquiera un jardín, sólo aire libre, solecito rico y ganas de disfrutar de lo diferente, de salir del aula.
Hay un montón de cosas que podemos trabajar a través del simple hecho de plantar semillas con nuestros peques, y siguiendo la máxima de hablarles todo el tiempo en inglés, estamos dándoles mucho más de lo que supone enseñar colores, números y cuatro palabras que indiquen que saben de plantas y naturaleza.
Si vais a enseñarles a plantar en tiestos pequeños unas cuantas semillas, yo os propongo lo siguiente:
- Antes que nada, deciros que si la idea es trabajar el vocabulario relativo al proceso de plantar/cultivar, hay una canción ideal de Mother Goose Club que es perfecta para ello, y les encanta: The planting song. Es muy "catchy" (hasta el punto de pensar "a qué mala hora se la he enseñado"...). 🙊
- Comprad macetitas baratas o simples vasos blancos de plástico. Y a unas malas, siempre podemos usar los vasitos de yogur después de quitarles el papel que los envuelve.
- Haced que los decoren pintando con témperas, incluso con gomets, de manera que éstos parezcan caras; así podemos repasar "the parts of the face". Si además usan diferentes colores para dibujar las caras, repasamos también colores. Si queremos dejar libertad total y rienda suelta a su imaginación, podemos sugerirles que dibujen la cara que quieran: 3 ojos, 2 narices, 4 orejas... Pues también estaremos repasando números.
- Una vez decorados nuestros tiestos, procedemos a enseñarles a llenarlos de "soil",  echar las "seeds", rellenar con más "soil" y regar. Podemos usar la canción que os comentaba más arriba, incluso aunque no la hayamos trabajado a fondo, porque es muy gráfica y ayuda mucho con el vocabulario al ser tan pegadiza. 
Yo os recomiendo que uséis alpiste, "bird seeds", porque crece muy rápido y al nacer los tallos de las plantas son tan tiesos que da la impresión de que sea pelo. Y las macetas "cara" quedan muy graciosas.
Para trabajar en concreto el tema de plantar y cuidar la planta, hay un libro de la editorial Oxford que se llama Poppy's Pot que está bastante bien. La primera vez que hice este proyecto con los peques de 3 años sólo conocía el Big Book, así que usé la historia para explicarles lo que íbamos a hacer. Más tarde me enteré de que el libro va con material para trabajar el proyecto de manera muy completa. Mi opinión: no hace falta tener todo tan detallado. A raíz de una simple canción, una historia corta o la idea de un alumno podemos dar vida a proyectos chulísimos y enseñar inglés de manera mucho más significativa, huyendo de libros de texto, memorización de flashcards y repetición de canciones.
Así que saliendo del aula y plantando alpiste repasamos un montón de contenidos básicos, aprendemos vocabulario nuevo y, además, disfrutamos de lo lindo pringándonos las manos de témpera, tierra y agua.
Adaptar este proyecto a primaria es muy fácil. Eso sí, con los alumnos de primaria, después de plantar en los vasitos en clase aprovechando la unidad correspondiente de Naturales, trasplantamos a la tierra del huerto. Nosotros dimos, durante una unidad entera, las clases en el huerto. Aprendieron un montón de nombres de aromáticas, verduras y árboles frutales, memorizaron el proceso de crecimiento de una planta y sus partes, sin estudiar. Y todo en inglés. No usamos el libro. No hicimos examen tipo. Simplemente cuidamos el huerto durante esa unidad, cultivamos, jugamos en él, hicimos concursos en los que tenían que encontrar la planta o el elemento que yo estaba describiendo, vimos vídeos relativos a la materia, y, muy importante, mantuvimos nuestra visita semanal al huerto hasta final de curso para cuidar nuestras red beans, y verlas crecer, cogerse a la tierra del huerto y darnos "fruto".

En cuanto volvamos de Pascua, empiezo de nuevo el Orchard/School garden project con los peques de infantil. Y algo tendré que inventar para primaria porque mis pupils quieren repetir proyecto, y programado como tal, yo no lo tengo... Bueno, lo que en realidad quieren es dar las clases en medio de tanta planta y tanto cultivo. Y la verdad, no los culpo. 😊

¿Y vosotros, os animáis con el gardening?

lunes, 14 de marzo de 2016

¿Listas de vocabulario o experiencias?

Aprender inglés es divertido.
Aprender inglés no es memorizar listas enteras de palabras, bueno, al menos no lo es para mí; aunque memorizar sea necesario en ocasiones para recordar después y poder utilizar las palabras apropiadas en cada situación comunicativa.
Pero no, al menos en la base del aprendizaje, en las edades tempranas, en infantil y primeros cursos de primaria, aprender inglés no es estudiar palabras clasificadas por temas: colores, números,  partes de la casa, familia... Y así pensar que nuestros alumnos saben mucho inglés. 
Aprender inglés tiene que ser interesante y motivador porque aprender una lengua es aprender cultura, la cultura de otros países, y eso siempre es interesante, o debería serlo. 
Aprender inglés es abrir nuestra mente a otra manera de vivir y entender la vida, es abrirnos las puertas a un futuro lleno de posibilidades dentro de las cuales podemos conocer a muchas personas diferentes a nosotros e interesantes, que llenen nuestra vida de experiencias, que nos hagan ver el mundo de otra manera, a través de sus ojos y su modus vivendi.
Así que aprender inglés, o cualquier otra lengua, de ningún modo debería ser aburrido. Al margen de la facilidad que tenga cada uno a la hora de aprender idiomas, si aprender inglés se plantea como algo más que interesante, casi como un juego, lograr aprender a comunicarse, un poquito, en plan básico, sin grandes discursos, será pan comido, y el que más y el que menos podrá hacerse entender en esta lengua, que es de lo que se trata cuando aprendemos otro idioma, ¿o no?
Así que, desde que empecé dando clase allá por el 2000, coinicidiendo con el cambio de siglo y bla bla bla, tuve claro que no enseñaría inglés convirtiendo a mis alumnos en papagallos repetidores, sino que los haría "vivir" en inglés, experimentar, disfrutar, divertirse y quedarse con ganas de más. 
Si queremos que nuestras clases sean significativas no podemos ser esclavos de un libro de texto, tenemos que abrir la caja de Pandora, usar todo lo que tenemos a nuestro alcance, salir de la famosa zona de comfort y atrevernos a programar clases diferentes. No hace falta que nuestros alumnos sepan el nombre de todos los animales del mundo mundial si no son capaces de decir nada sobre ellos más que su nombre, ni hace falta que enumeren las partes de una casa si no son capaces de explicar que hacen en cada una de ellas o de identificar las de la suya propia y contar cuál es la estancia que más les gusta y por qué. Tampoco me sirve de nada que se sepan todos los colores sino saben que el verde representa Saint Patrick, o que el arcoiris tiene siete, o que blue no es sólo un color, sino una forma de sentir.
Aprender inglés es divertido porque enseñar inglés lo es. Porque darse cuenta de que son capaces de ir construyendo frases cada vez más largas y con sentido es motivador. Porque una lengua se enseña haciéndola parte de su vida, cogiendo sus intereses, pero los de verdad y no los que nos marcan los libros, y sentando la base de nuestras enseñanzas alrededor de lo que de verdad les importa. 
Podemos hacer que aprendan sobre animales pidiéndoles que reproduzcan uno o lo inventen usando los materiales que ellos quieran; que construyan su hábitat en una caja de zapatos y escriban sobre él dentro de la caja. Nosotros les daremos las estructuras que necesitan, el vocabulario de diferentes partes del cuerpo, los nombres de todos los animales que les apetezcan, de alimentos, lugares... Y ellos hablarán sólo de su animal. Lo tendrán que imaginar, dibujarán su boceto, escribirán su descripción y lo construirán. Y cuando acaben haremos un "SHOW & TELL" en el que expondrán su creación y hablarán de ella, para lo que si tendrán que repasar en casa aquellos a los que les cueste un poco más el idioma. Sin darse cuenta, habrán aprendido no sólo sobre su animal sino también sobre los de sus compañeros, tanto los nombres como las partes del cuerpo que el resto tienen y el suyo no. 
¿Que cómo lo sé? Porque lo hice en la unidad pasada con mis niños de 3° de primaria y fue una experiencia muy bonita.
Aprendimos, disfrutamos y a mí me dejaron boquiabierta con su arte y su capacidad de aprendizaje. 
Yo no les pedí que aprendieran todo lo que incluía el tema, y sin embargo, estuvieron tan concentrados pensando qué tendría y qué no su animal, qué comería o no, qué habilidades tendrían y qué no sería capaz de hacer... Que acabaron aprendiendo todo.
Además, estuvieron tan interesados en lo que habían hecho sus compañeros que escucharon y retuvieron la información mucho mejor que si hubieran tenido que estudiarla de memoria.
¿Que habrá palabras de la unidad que no sabrán escribir correctamente? Puede ser. Pero sabrán reconocerlas todas de manera oral y escrita, y reproducirlas al menos de manera oral. Incluso aquellos alumnos de NEE que llevan su adaptación de acceso o significativa, que se mostraron igual de entusiasmados con el proyecto y que se dejaron toda la carne en el asador. Todos habrán aprendido sobre su animal, y serán capaces de demostrarlo de una manera u otra, y en todos los casos, de manera más significativa que con un simple examen de preguntas y respuestas.

Aprender inglés es divertido cuando nos damos cuenta de que es útil y de que no es tan difícil como aparenta. 

Enseñar inglés es divertido cuando nos damos cuenta de que lo que estamos dando no son sólo palabras, sino experiencias y la oportunidad de comunicarnos en cualquier situación.

Noni Medina

Happy Saint Patrick's week!!!

Happy Saint Patrick's week, Little Leprechauns!! 

Por aquí, en mi cole, las trampas nos han funcionado a medias. Ya sabéis que los Leprechauns son rápidos y pillos, así que aunque han acudido en bandada a coger todo el "oro" que les habíamos puesto... No han quedado atrapados en ellas y nos quedamos sin pedirles los deseos. Eso sí, ¡nos han dejado un montón de monedas de oro de chocolate!
También han dejado verde el agua de los wc de los baños de infantil y primaria, rastros enormes de purpurina verde y plata, que los alumnos han identificado como huellas y un poco de desastre en general.


¿Y vosotros qué estáis preparando para Saint Patrick?

Prometo contaros todo con más detalle en otra entrada.

Noni Medina.

domingo, 13 de marzo de 2016

STARTING IN 3, 2, 1...

Empezamos nueva aventura...

Welcome to TICHININGLISH!!!


Noni Medina. English Teacher.