miércoles, 1 de mayo de 2019

El mundo en sus manos

No hay dos personas idénticas en todo el mundo.
No hay dos niños o dos niñas iguales tampoco.
Cada alumno, cada alumna, llega a nuestras aulas con unas capacidades únicas y con unas inteligencias concretas, por tanto, también con unas necesidades y unos estilos de aprendizaje personales. E intransferibles.
Así que si algo ha de cambiar son nuestras maneras de enseñar, y no sus maneras de aprender.
Los y las docentes tenemos la posibilidad y, me atrevo a decir sin miedo, la obligación, de ofrecerles la mejor manera de aprender según sus capacidades, sus inteligencias, sus estilos y sus necesidades, prioridades e intereses.
Y eso es absolutamente maravilloso. Porque es un reto.
Así mejor: RETO.
Porque tomarse como tal nuestra labor diaria significa aprendizaje constante, aunque también un batacazo diario, ojo.
Personalmente, cada día, salgo de clase con la sensación de haber hecho cosas bien bonitas por ellos y ellas, pero también con la certeza de no haber llegado a conseguir que a todos y todas les haua llegado mi mensaje, el contenido o la novedad, y consciente de en qué he fallado, dándole vueltas para buscar otras maneras para encontrar alternativas diferentes.
No es fácil. Nadie dijo que lo fuera. Pero es bonito. Y cansado. Como en todas las profesiones, en la nuestra la cara B también existe, y es muy necesaria. Sin ella ni mejoraríamos ni avanzaríamos.
Las y los docentes tenemos la gran suerte de trabajar con personas. Con las personas responsables del movimiento del mundo en un futuro próximo, y que por tanto importan desde ya en este presente que manejamos nosotros, los adultos.
Tenemos una responsabilidad enorme pues. Pero es una responsabilidad compartida. O debería serlo.
Mi sueño es que familias y docentes seamos conscientes del peso que la educación de nuestros y nuestras menores tiene, y que por ello hagamos posible que ese camino sea de la mano. De tú a tú. Desde el respeto, la humildad y la comunicación. Y con un único objetivo: educar ciudadanos y ciudadanas del mundo. Empáticos, resilientes, asertivos, cooperativos, solidarios y lo suficientemente críticos para denunciar injusticias, moverse contra ellas y reconocer sus propios errores.🤗
They've got the whole world in their hands y nosotros el suyo en las nuestras.😉